lunes, 30 de julio de 2012

"SHAKEN, NOT STIRRED"

La expresión "Shaken, not stirred", que da título a este post y cuya traducción al español sería "agitado, no mezclado" se la debemos al escritor Ian Fleming (1908-1964) y a su personaje de ficción más conocido, James Bond, quién pronunciaba esta frase cada vez que pedía su cóctel favorito: Vodka Martini y que, ha quedado grabada en nuestras retinas, gracias a la adaptación cinematográfica de la obra literaria. La cultura del cóctel, encarnada en esta frase y que lleva tantos años arraigada en Estados Unidos, país donde se originó, ha llegado a España y en un plazo de tiempo relativamente corto, ha dejado de ser cosa de una minoría de pioneros y entendidos, para pasar a  formar parte de nuestra Cultura. Este es el primer post de una serie de ellos en los que, en bloques de tres, hablaré de los principales cócteles, así como de cuál es, en mi opinión, el mejor lugar de Madrid para disfrutar de cada uno de ellos. 

Roger Moore, disfrutando de un Vodka Martini durante el rodaje
de Vive y Deja Morir. (Foto de Associated Press)

Dry Martini

 Es el cóctel por excelencia, todo el mundo lo conoce pero casi nadie lo pide. Su consumo empieza a popularizarse en España gracias al trabajo divulgativo que en en los últimos años han realizado los grandes cocteleros españoles y especialmente  Javier de las Muelas, máximo exponente de la coctelería catalana y propietario de las coctelerías más famosas de Barcelona y que, con la reciente apertura de Dry Martini en el Hotel Gran Meliá Fénix de Madrid (Calle Hermosilla nº 2) se ha propuesto conquistar la Capital. El local merece la pena, la decoración y la música de la terraza son el complemento perfecto para disfrutar del mejor Dry Martini de Madrid.



  Si conocer el origen exacto de un cóctel es difícil por naturaleza, en el caso del Dry Martini esto se convierte en misión imposible, dada la gran cantidad de historias y leyendas que lo rodean. Una de las más admitidas, es la que sitúa su origen en 1910 en el Hotel Knickerbocker de Nueva York cuando un conocido cliente del mismo, John D. Rockefeller, le pidió al barman de origen italiano Martini di Arma que elaborara una bebida distinta a todo lo anterior. El barman aceptó el reto y tras varios intentos creó el Dry Martini, combinando a partes iguales ginebra Plymouth y vermut seco francés. Dicen que Rockefeller al probar el cóctel se quedó tan impresionado que rápidamente lo popularizó entre sus amistades.


Bloody Mary

  Pese a ser uno de los cócteles más conocidos y populares, en Madrid es muy difícil encontrar un sitio donde lo preparen decentemente. De todos los que he ido probando, después de que cerraran el mítico Bar Inglés de El Corte Inglés de Nuevos Ministerios hará dos meses (Donde servían el mejor Bloody Mary de la Capital) ninguno ha dado la talla hasta que lo pedí en Bar Cock (Calle de la Reina nº 16) que tras la desaparición del primero, ha tomado el relevo y ahora defiende el título de Mejor Bloody Mary de Madrid.  Estamos ante una de las coctelerías con más solera de la Capital. El local abrió sus puertas en 1921. Durante este tiempo ha ido pasando por varios dueños (entre los que se encontraba Chicote) hasta que, en 1985 lo adquirieran los actuales propietarios que, han sabido encapsular en 400 metros cuadrados una parte de la historia de Madrid, reflejo de una época y de un país.


  Nadie sabe con exactitud cuál es el origen de este cóctel pero, la corriente mayoritaria lo sitúa en París en la década de los 20, en un local llamado Harry's Bar donde preparaban un cóctel hecho a base de zumo de tomate, sal y vodka. Ya en la década de los 30, tras la derogación de la Ley Seca (1920-1933) en el King Cole Bar del Hotel St. Regis de Nueva York, el barman Fernand Petiot le añadirá: pimienta, Salsa Perrins, Tabasco, y zumo de limón, naciendo la versión actual de este cóctel. Se dice que le pusieron su nombre en honor a  María Tudor, también conocida como María la Sanguinaria, apodo que recibió tras protagonizar las denominadas Persecuciones Marianas en las que condenó a morir en la hoguera a más de 300 personas. 

Cosmopolitan

  Pese a ser el más joven de todos los cócteles clásicos, es uno de los más demandados. La referencia en Madrid para los amantes de este cóctel es Susan Club (Calle de la Reina nº 23) Este pequeño local ha conseguido hacerse un hueco entre los grandes pesos pesados de la coctelería madrileña concentrada en la zona de Gran Vía (Museo Chicote, Del Diego, Cock) y ha adquirido mucha popularidad gracias a este cóctel fundamentalmente (por desgracia este local ha desaparecido recientemente, ahora comienza la búsqueda de un digno sustituto...) El Cosmopolitan se compone de vodka, triple seco (la marca más conocida es Cointreau que es un licor hecho a base de cascaras de naranja dulces y amargas), zumo de arándanos y zumo de lima recién exprimido.



 Como en los anteriores cócteles, su origen no está nada claro aunque lo más aceptado es que fue Cheril Cook, un camarero de un bar de South Beach en Florida, quién creó la fórmula original en 1985. En los años que siguieron a su creación, la popularidad del Cosmopolitan creció vertiginosamente, gracias principalmente Madonna que se declaró fan incondicional de este cóctel aunque, su verdadera explosión de popularidad se produjo con el estreno de la serie de televisión Sex and the City, que ha contribuido a consolidar su imagen de bebida urbana y sofisticada.